Desde todos los tiempos la Iglesia Católica ha venido condenando la homosexualidad clasificándola como antinatural.
En las últimas declaraciones del Papa, han reafirmado dicha posición sosteniendo que el matrimonio entre personas del mismo sexo es una amenaza para la humanidad.
Yo me pregunto en qué se basa para afirmar dichas declaraciones, ya que nosotros no amenazamos a nadie, al contrario, solo queremos ser respetados y aceptados como cualquier ser humano, queremos tener los mismos derechos que tiene el resto de la sociedad.
El vaticano debería replantearse la problemática de la pobreza en los países subdesarrollados, donde niños se mueren de hambre e incitar a los gobiernos a adoptar medidas para dar una solución al respecto, y no entrometerse en políticas de inclusión social donde nosotros, los homosexuales estamos igualándonos al resto de las personas.
Es una pérdida de tiempo que el representante de la Iglesia Católica utilice su posición de jerarca para tratar de influenciar a los diplomáticos de diversos países sobre la no legalización del matrimonio homosexual. ¿No sería más humano que las religiones, sobre todo la católica, tratasen de llegar a la gente desde un lugar más inclusivo donde se acepte a cada persona tal y como es, en lugar de seguir con doctrinas retrogradas que solo fomentan el odio y la discriminación? Lamentablemente es una lucha sin sentido, ya que los homosexuales hemos existido desde todos los tiempos y seguiremos existiendo mientras dure la humanidad. Y qué mejor que podamos convivir en paz y armonía.
Todos queremos un mundo mejor para Todos.
